-"¿Qué son los hombres?" - preguntó el viejo.
-"Son Budas y tigres salvajes". - contestó el "Hombre".
-"¿Cómo se trata a un hombre?" - preguntó el viejo.
-"Con amor y cautela". - contestó el "Hombre".
Y el viejo sonrió, acariciando la cabeza de su alumno.
-"Son Budas y tigres salvajes". - contestó el "Hombre".
-"¿Cómo se trata a un hombre?" - preguntó el viejo.
-"Con amor y cautela". - contestó el "Hombre".
Y el viejo sonrió, acariciando la cabeza de su alumno.
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-"A tu parecer, ¿a qué se debe el que algunos hombres traten a unos como a tigres y a otros incluidos ellos mismos como a Budas...? - preguntó el viejo.
-"A su ignorancia de lo que es el amor; los Budas y los tigres salvajes son uno solo, no hay diferencia; sólo que ellos lo ignoran". - contestó el "Hombre".
-"¿A qué crees tú que se debe esto?" - preguntó el viejo.
-"A que se les ha dicho demasiado y han pagado poco por ésto..." - contestó el "Hombre".
-"¿Qué harías tú para corregirlos?" - preguntó el viejo.
-"¿Qué podría hacer yo, sólo ellos mismos pueden hacer algo..." - contestó el "Hombre".
-"A su ignorancia de lo que es el amor; los Budas y los tigres salvajes son uno solo, no hay diferencia; sólo que ellos lo ignoran". - contestó el "Hombre".
-"¿A qué crees tú que se debe esto?" - preguntó el viejo.
-"A que se les ha dicho demasiado y han pagado poco por ésto..." - contestó el "Hombre".
-"¿Qué harías tú para corregirlos?" - preguntó el viejo.
-"¿Qué podría hacer yo, sólo ellos mismos pueden hacer algo..." - contestó el "Hombre".