"raíz-de-el-cielo / raíz-de-la-tierra", el "árbol-real" ".

*

sábado, 10 de mayo de 2008

° Cuarto sueño - "Fa".

Y dijo el hombre:

-"Escúchame gato, he conocido a otros que eran sabios y que poseían conocimiento y aunque soy torpe e ignorante, he aprendido al lado de un "árbol" a reconocer a uno de ellos cuando me lo encuentro; deseo que me guíes, que me ayudes a cumplir mi meta, enséñame, muéstrame el camino..."

El gato pensó un momento y habló como sigue:

-"Cuando una vasija está llena debe vaciarse un poco para poder echarle un nuevo contenido; ya sea por esto, o porque era mi destino esperarte o quizás por las dos cosas a la vez, caminaremos juntos e intercambiaremos lo que hemos aprendido... tú me ayudarás y yo te ayudaré, un simple intercambio..."

-"¿No es una manera un poco fría de ver las cosas?"- preguntó el hombre -"¿Carente de amor quizás?"

-"La sabiduría es fría, la “consciencia” es fría y sin embargo está llena de amor..."- respondió el gato.

-"Pero... el amor siempre se ha entendido como amor filial, como amor al prójimo, ayudar como el buen samaritano a nuestros hermanos, ¿cómo entiendo esto?"- preguntó el hombre.

Y el gato respondió:

-"El amor es un principio universal que no tiene nada que ver con el sentimentalismo ni con lo romántico; lo que normalmente se entiende como amor no es nada más que alguno de los muchos lazos que el rebaño nos tiende o nos aprieta para evitar que escapemos de él y de su dominio.

El amor verdadero es aquel que los sobrepasa, más allá de la familia, de la nación, de la Tierra, de ti mismo... incluye a la hormiga y al Sol, a la lejana estrella, al vacío y lo profundo de la Tierra; es un simple intercambio y nada más y aún así es el amor más profundo que puede haber..."- y luego agregó: -"Los gatos somos "conscientes" y quizás por eso se nos ha acusado de fríos y distantes, no comprometidos con nada ni con nadie..."- y añadió pensativo: -"Ya nadie desea o reconoce a "la-verdad", solamente la mediocridad, la estupidez y la mentira triunfan... quizás por eso el vulgo nos teme, nos adjudican a los brujos y a los magos..."

-"El amor es un principio".- repitió el hombre -"Un misterio cósmico que está más allá del rebaño..."- y luego añadió: _"Es divino..."

-"Eso es correcto".- dijo el gato -" Si cada hombre amara realmente, si cada uno hiciera lo suyo, diera y entregara como en un intercambio perfecto, el amor fluiría a través de cada uno de ellos y en este fluir lograrían la paz...

Sin embargo los hombres son como cañerías atascadas con óxido, éste no deja fluir la energía del amor... salvo por un pequeño hilillo... el óxido les impide amar.

Este amor retenido en sus cuerpos es el que los mata, los enloquece, los enferma y perturba su funcionamiento orgánico... el amor al apozarse se transforma en muerte, Eros mutado en Tanatos, el otro extremo polar...

-"¿Y cómo puede desoxidarse un hombre "Maestro Gato"".- preguntó el hombre.

-"Quizás si lo más importante es tomar en cuenta un hecho triste y desgraciado, algo de verdad terrible".- dijo el gato -"En las condiciones actuales de la humanidad el óxido se acumula producto de las nefastas condiciones de vida de los hombres, es producto del colectivo desquiciado...

Imagina una pequeña isla en el gran océano, la que no tiene ningún contacto con el resto del planeta. Los hombres que en ella viven, establecen una serie de mitos acerca de la razón de su estadía en aquel lugar, muchas de estas creencias pueden ser verdaderas; pero hay otras francamente equivocadas.

Regulan su comportamiento y la relación con su entorno, en base a todo una creación mental de "lo que debe ser el mundo".

Organizan y construyen una moral, una legalidad y una religión basadas en aquellas torcidas tablas.

Como producto de estos "modos-colectivos-de-comportamiento", instaurados en los miembros de aquella sociedad, desde el momento mismo de su concepción, pasando por su infancia y adolescencia, hasta llegar a su edad responsable; sucede que al llegar a ésta no obra en su "presencia" casi ningún dato que les permita llevar una vida más o menos normal, "objetivamente-hablando".

En resumen, tanto sus "cuerpos", como sus "sentimientos", así como su "pensamiento" estarán definitivamente arruinados...

En cuanto a la vida comunitaria, al uso de su medio ambiente y de sus recursos, el efecto será francamente desastroso y con frecuencia caerán en el canibalismo o antropofagia, fenómeno el cual tiene infinidad de niveles, entre los cuales el devorarse físicamente es el más obvio y grotesco de ellos.


Estos modos de comportamiento "mecánico" están establecidos entre los habitantes de aquella isla a sangre y a fuego, por el látigo y la caricia; es imposible para ellos escapar a su triste destino común...

Agrava todo esto el no tener puntos de comparación salvo ellos mismos y los árboles y animales que los rodean. Incluso puede darse el caso que por casualidad o por alguna otra razón, uno de ellos manifieste tendencia hacia un "comportamiento-objetivo" acorde con el del resto de los "hombres-del-cosmos"; sin embargo pensarán que está loco o algo así y tratarán "por su bien" de corregirlo sin importar cómo.

A este triste lugar podemos llamarlo "La isla de los dementes"; no es su culpa que vivan así, en verdad nadie tiene la culpa..."- agregó pensativo el gato.

-"Maestro gato", esto es horrible...tu cuento describe a nuestro planeta... Los desquiciados de aquella isla somos nosotros, no tenemos escapatoria ninguna, estamos prisioneros en una cárcel, el resto de los hombres y nosotros mismos son y somos nuestros carceleros..."

-"Eso es correcto".- asintió el gato -"Desde el vientre de nuestra madre ya todo está escrito ¿has escuchado eso de: "los enemigos de un hombre están entre su gente y en su casa..."?

En las condiciones de vida de los hombres no podemos hacer nada, nosotros mismos no somos más que el "programa-colectivo" interiorizado en unos pequeños cerebros humanos...

Si el "colectivo" fuera "objetivamente-actuante" no habría mayor problema, podríamos ser libres muy fácilmente, viviríamos de acuerdo a las leyes que rigen al resto de los hombres del Universo; pero debido a que éste está casi definitivamente arruinado, existimos peor que los animales, somos dioses condenados al sueño..."

-"Ahora comprendo lo que me dijo una vez el "árbol": "... en nuestro planeta... la "mecanicidad" de la Naturaleza está perfecta; pero paradójicamente se opone con mayor vigor a que podamos liberarnos del error,...", "...la ley natural funciona en la montaña del cuento; pero debido a las condiciones anormales producto de la "gran-lluvia", ésta actúa deficientemente, en sí misma es correcta, en sus efectos incorrecta".- observo el hombre.

-"Así es"- dijo el gato y luego agregó: -"La combinación y subsiguiente interpolación de lo que hemos dicho en estas últimas frases es lo que se les ha escapado a los "salvadores-profesionales-de-hombres" a través de los tiempos; el más de un centenar de millones de muertos sólo en la guerra en el último siglo y los cientos de millones a través de la historia, hablan sin duda de su fracaso y de lo ilusorio de sus teorías y doctrinas... ciegos guiando a ciegos..."

-"¿Y no hay algo que podamos hacer para ser libres?"- preguntó el hombre.

El gato pensó un momento y habló como sigue:

-"En cierto modo ya eres libre en parte, estás aquí, ya sabes mucho y has comenzado a comprender; pero tu libertad aún está muy lejana. Date cuenta que no eres unidad sino multitud, que estás compuesto de miles de millones de pequeñas vidas e inteligencias y que a su vez éstas forman otras aún más complejas; al no haber un lenguaje común entre ellas, el orín y el moho se enseñorean e interponen en su comunicación...

Piensa que, aun haciendo los mayores esfuerzos, puede que estos no conduzcan a nada El camino es muy largo y difícil... abandona todo interés secundario y concéntrate con toda tu energía en lograr tu objetivo, en alcanzar lo que por nacimiento, por pertenecer a tu raza, es tuyo...

Se deben reunir a los animales en uno: a la ameba, al gusano, al reptil, al gorila-cordero y al hombre, hay que domesticar a cada uno de ellos, es un proceso largo y difícil; se necesita una técnica para eso...

Además aunque estemos siempre solos, debe haber alguien en el exterior que controle y dirija el proceso; porque curiosamente aun cuando el domador y lo domado están en nuestro interior, aún así se le necesita. En cierto modo hay que volverse esquizofrénico un tiempo para luego volver a ser “uno”; se trata de desarmar el "yo-colectivo" para instaurar luego un "yo-objetivo", el que dirija a nuestra "presencia" de allí en adelante.

-"¿Un maestro?"- preguntó el hombre.

-"Un guía".- contestó el gato.

-""Maestro Gato", una vez un "árbol" sabio me dijo que había una cadena de conocimiento que se internaba en lo oscuro de los tiempos, hasta llegar al primer maestro, ¿qué piensas tú de eso?"- preguntó el hombre.

-"En primer lugar no me llames "Maestro", nómbrame como lo que soy, un gato, llámame gato; en segundo lugar hay un solo maestro, el más antiguo de todos, el primero de ellos, el inicio del conocimiento; todos los demás son solamente alumnos, nadie tiene el derecho a usar el sagrado nombre, solamente Aquél...
Te contaré una historia, tómala como un cuento, tal vez sea solamente eso; sin embargo el poder del mito está en que aun siendo posiblemente ficción, refleja mejor la verdad que el lenguaje común. Es una leyenda antigua tan vieja como el mundo, habla de dioses y de hombres, de héroes y dragones en el cielo...

Has de saber que los gatos somos originarios del Antiguo Egipto, lugar en donde se nos reconocía nuestra prerrogativa y se nos respetaba en consecuencia... Pues bien, el primer fundador de mi familia fue el gato de uno de los más grandes "hombres" de ese tiempo... Aquél que no fue comprendido, el "Hijo de la Luz". En su compañía y por el contacto con los Sacerdotes del Templo mi muy venerable antecesor llegó a enterarse entre otras cosas, de una curiosa historia que se transmitió de generación en generación de los nuestros a través de los tiempos y que dice más o menos así:

...Hace muchísimos años, en el comienzo de los tiempos en este mundo, llegaron provenientes desde un sol muy lejano, hombres dirigidos por uno de ellos, el más sabio entre los de su raza... No se sabe a ciencia cierta la razón de su venida, pero se tiene la certeza de que permanecieron por mucho tiempo en nuestro planeta...

Al llegar aquí encontraron a hombres en su primera etapa de "manifestación" (evolución "subjetiva"); pero casi defintivamente arruinados en cuanto a la deformación de su "mente-colectiva-individual" y a la pérdida del "centro-de-gravedad-funcional-de-la-mente", quedando en consecuencia la especie con este “centro-de-gravedad” fluctuante entre sus diversos modos de funcionamiento en lugar de trabajar permanentemente como una unidad o un todo coherente y armonioso, todo esto como producto de profundos desbalances cósmicos...
Aún así seleccionaron a los mejores que encontraron y los instruyeron con técnicas de vida: agricultura, metalurgia, medicina y otras muchas con la esperanza de que con el tiempo reencontrarían su camino, similar al seguido por el resto de los hombres del Universo.

Habitaron en nuestro mundo y cuando se cumplió su objetivo, retornaron a su lugar de origen. Algunos de ellos decidieron quedarse en la Tierra pues le habían tomado mucho afecto. Establecieron entonces colonias en donde pudieran reproducir en parte las condiciones de vida a las que estaban acostumbrados...

Luego escogiendo entre las hijas de los nativos, a las más inteligentes y despiertas, tuvieron hijos con ellas... De esta raza nueva se pobló poco a poco la Tierra, desplazando a la otra infinitamente más atrasada y animal, la que finalmente se extinguió al no lograr integrarse...

De los descendientes de estos seres extranjeros algunos retuvieron mejor las características de "manifestación" (evolución "subjetiva") correspondientes al "hombre", pareciéndose en mayor medida al resto de los "hombres-del-cosmos"; en cambio otros reflejaron más claramente el "colectivo" nativo, el cual era muy desequilibrado "objetivamente-hablando".

Lo cierto es que los conocimientos de aquellos visitantes: su ciencia, su religión y su sabiduría, les fue transmitida en primera instancia a los hijos más parecidos a ellos mismos; sin embargo, poco a poco, pasando el tiempo y al ir muriendo esa generación de seres, la pureza de la información se fue alterando, hasta llegar a transformarse radicalmente en lo opuesto de lo que les fue enseñado...

Sólo en algunos círculos muy pequeños se retuvo el "conocimiento" tal como les fue entregado a sus padres por aquel Gran Jefe de la Tribu de las Estrellas.....
Gracias a esa sabiduría e inspiradas por aquellos que la tenían, nacieron y florecieron civilizaciones tras civilizaciones... Y ha sucedido que a través de los tiempos, aquellos hombres sabios fueron transmitiendo su poder de maestro a discípulo, estableciéndose una cadena que se pierde en lo profundo del Universo...
Según cuenta la leyenda se produjeron nuevas catástrofes planetarias que casi terminan con la existencia de los seres terrestres, la última de las cuales redujo a la especie humana a un puñado de hombres y mujeres... Este pequeño grupo se radicó en el continente hoy llamado africano, en el lugar en donde estaba el realmente Antiguo Egipto, cerca de las fuentes del Nilo, allí lograron sobrevivir...

Pasó el tiempo y poco a poco se multiplicaron creciendo en gran número los hombres descendientes de aquellos primeros y desde este primer asentamiento se lanzaron hacia las cuatro direcciones a colonizar el mundo.

Lo importante de todo esto, es que los hombres de hoy, no importando sus características físicas secundarias motivadas por los diferentes hábitats en que les tocó en suerte nacer, como son el color de su piel, la forma y tonalidad de sus ojos y otras, son todos descendientes de un tronco común, el cual está más cercano de lo que muchos creen... cerquita como se dice...

Todos los hombres son hermanos, hijos de una sola Tribu e hijos de una sola madre...

No hay motivo para odiarse y destruirse los unos a los otros. El enemigo no está fuera de nosotros, está en nuestro interior; es el animal desquiciado que todos llevamos adentro y al cual es posible domesticar... los hombres son bestias y ángeles; en dónde termina la bestia y empieza el ángel, dónde el ángel y la bestia... el uno y el otro se necesitan, sólo de su maridaje perfecto puede nacer un hombre... es el derecho natural de los hombres, sólo que ya nadie lo recuerda.

Es como un pájaro que tratara de elevarse agitando sólo un ala, se precipitaría en el vacío; un pájaro requiere dos alas y aún teniéndolas y usándolas, todavía necesita del blando aire para que lo sustente..."

Luego el gato quedó pensativo un momento y volvió a su historia diciendo:

-"Entre todos aquellos grupos, hubo "hombres-de-conocimiento" que iniciaron las civilizaciones en los distintos puntos del globo, al tener una sabiduría común, es lógico que los resultados se pareciesen... el "camino-ario" es uno y florece en donde las condiciones cósmicas lo permiten.....


(...)

Mientras aquellos hombres dirigían los procesos las civilizaciones eran florecientes; pero luego
la decadencia era inevitable y el "conocimiento" se ocultaba en pequeños grupos que lo transmitían en el tiempo...

Uno de los puntos en que se desarrolló la "ciencia-objetiva" fue el "egipto" de los Faraones, descendientes directos de aquellos primeros visitantes. Entre estos "sacerdotes" mi muy remoto antepasado obtuvo su conocimiento, el que ha sido transmitido entre nosotros hasta llegar al presente... Esto puedes creerlo o no, es lo menos importante, es la parte anecdótica de la "ciencia-objetiva", lo que se llama los "cuentos de viejas"; lo que si interesa es que puedo entregarte las claves necesarias para domesticar a los animales, para que llegues a ser "uno", eso es lo valedero...

Que mi historia sea cierta, que la haya inventado yo mismo o que esté un poco loco tal vez, no importa; pero juzgarás tú mismo cuando pase el tiempo (si te acepto como alumno), si podrías haber logrado algo sin mi guía y enseñanza.

Antes debemos visitar a un anciano ciego, él te verá con su ojo interior; si te aprueba, te ayudaré, si no, volveré al árbol a esperar... tal vez aparezca otro..."