Aquella tarde el viejo indicó al Sol; el hombre observó al anciano desde el fondo de sí y con profunda veneración se arrodilló y con las palmas en el suelo saludó a su maestro.
El viejo, imitándolo se inclinó ante él...permanecieron de rodillas pero erguidos, con las manos en sus muslos...y desde su Centro se miraron largamente, se contemplaron...
El viejo sonrío y el hombre sonrió...giraron hacia el Sol que se ponía en el horizonte...a lo lejos en el cielo, se asomaba tímidamente la Luna...
LA AMANECIDA
-"Ahora debo marcharme...volveré, no estés triste...quizás cuando seas mayor me regresaras la mano...
"Somos hermanos en el Uno, ya nada podrá separarnos...adiós..."- dijo el viejo.
-"Adiós..."- dijo el hombre.
El anciano tomó un pequeño bolso con sus ropas y despacito se alejó por el sendero que bordeaba el mar...
Las estrellas brillaban todavía y el Sol comenzaba a salir tras las montañas...
El viejo, imitándolo se inclinó ante él...permanecieron de rodillas pero erguidos, con las manos en sus muslos...y desde su Centro se miraron largamente, se contemplaron...
El viejo sonrío y el hombre sonrió...giraron hacia el Sol que se ponía en el horizonte...a lo lejos en el cielo, se asomaba tímidamente la Luna...
LA AMANECIDA
-"Ahora debo marcharme...volveré, no estés triste...quizás cuando seas mayor me regresaras la mano...
"Somos hermanos en el Uno, ya nada podrá separarnos...adiós..."- dijo el viejo.
-"Adiós..."- dijo el hombre.
El anciano tomó un pequeño bolso con sus ropas y despacito se alejó por el sendero que bordeaba el mar...
Las estrellas brillaban todavía y el Sol comenzaba a salir tras las montañas...