Entraron en la espesura siguiendo cuidadosamente las instrucciones de la anciana, guiándose por las señas que les había dado. La oscuridad era casi total, a través del follaje pasaban escasos rayos de Sol, los que permitían apenas distinguir los contornos de las cosas...
Avanzaron en esas condiciones por varias horas... de pronto cayó la noche; encendieron una lámpara con la cual pudieron alumbrarse para seguir sin peligro el sendero que habían escogido... hasta que llegaron al barranco, lugar en donde se detuvieron. Aprovecharon para descansar allí un momento y pensar en qué es lo que harían... Observaron que no existía puente, salvo una cuerda que colgaba desde un alto farallón de la orilla opuesta y cuyo extremo libre se encontraba en el lado en que ellos estaban; al parecer la forma de cruzar era enganchando un solo pie en un pequeño lazo del cordel y luego lanzarse al precipicio, esperando que hubiese un lugar en donde aterrizar. Cómo se volvía, al parecer era imposible hacerlo...
Decidieron que esperarían la mañana para cruzar el abismo y muy tranquilos se sentaron a esperar que amaneciera...
Pasó el tiempo y el Sol no apareció; siguieron aguardando sin obtener lo esperado, hasta que de pronto se dieron cuenta con espanto, que en el bosque imperaban otras leyes diferentes a las del mundo exterior... de todas maneras, por precaución, permanecieron a la espera, sin resultado alguno...
Poco a poco, el combustible de la lámpara se fue agotando, haciendo que la luz fuera disminuyendo hasta casi desaparecer...
Avanzaron en esas condiciones por varias horas... de pronto cayó la noche; encendieron una lámpara con la cual pudieron alumbrarse para seguir sin peligro el sendero que habían escogido... hasta que llegaron al barranco, lugar en donde se detuvieron. Aprovecharon para descansar allí un momento y pensar en qué es lo que harían... Observaron que no existía puente, salvo una cuerda que colgaba desde un alto farallón de la orilla opuesta y cuyo extremo libre se encontraba en el lado en que ellos estaban; al parecer la forma de cruzar era enganchando un solo pie en un pequeño lazo del cordel y luego lanzarse al precipicio, esperando que hubiese un lugar en donde aterrizar. Cómo se volvía, al parecer era imposible hacerlo...
Decidieron que esperarían la mañana para cruzar el abismo y muy tranquilos se sentaron a esperar que amaneciera...
Pasó el tiempo y el Sol no apareció; siguieron aguardando sin obtener lo esperado, hasta que de pronto se dieron cuenta con espanto, que en el bosque imperaban otras leyes diferentes a las del mundo exterior... de todas maneras, por precaución, permanecieron a la espera, sin resultado alguno...
Poco a poco, el combustible de la lámpara se fue agotando, haciendo que la luz fuera disminuyendo hasta casi desaparecer...
En ese trance y al ver lo desesperado de la situación, el gato reunió a sus compañeros y les habló como sigue:
-"Hasta ahora, hemos sido cuatro los que hemos llegado a este punto del viaje, nos hemos conocido y compartido muchas cosas, aprendido unos de otros; sin embargo existe un inmenso barranco delante nuestro, el cual es posible de cruzar sólo por uno de nosotros, no podemos seguir juntos ni tampoco retroceder, no tenemos ya la luz del Sol y la lámpara arderá sólo unos momentos más, pareciera no haber solución entonces..."
-"Pensamos lo mismo que tú".- respondieron sus compañeros -"No se puede condenar a la muerte a tres de nosotros..."
-"Existe una alternativa".- dijo el gato -"Me ha sido dada una fórmula mágica, para ser usada sólo en caso de necesidad, la que nos permitiría ser uno... es decir un solo ser, un solo hombre... mas ya no tendremos existencia individual, sino que seremos otro ser diferente, algo que ahora no existe...
"Y hay un inconveniente, el proceso es irreversible, deberemos continuar unidos para siempre... debemos pensarlo y luego decidir..."
Se miraron entre todos, eran amigos, habían hecho un largo viaje juntos... si cualquiera de ellos faltase ya nada sería lo mismo... eran hermanos... ¿por qué no existir todos juntos en uno?, un loco, un hombre, un perro y un gato; uno nuevo, con las capacidades y habilidades de todos... se sonrieron, abrazaron y dijeron:
-"Sea..."
El gato repitió unas palabras, se produjo una gran conmoción que estremeció la tierra, una inmensa humareda que lo cubrió todo y que al despejarse permitió ver que el loco, el hombre y los animales habían desaparecido, en su lugar estaba otro hombre... un hombre...
El hombre se incorporó, tomó la lámpara, se amarró a la cuerda y lanzándose al abismo cayó al otro lado en una espesa maraña de matorrales; la lámpara se volcó sobre ellos, encendiendo la maleza y los arbustos, iluminando con sus llamas a su alrededor... la luz se posesionó de aquel lugar de sombras; casi simultáneamente comenzó a amanecer... y el hombre pudo darse cuenta entonces que el bosque sólo llegaba hasta la otra orilla, en ésta habían escarpados roquerios; estaba en una cordillera, montañas tras montañas se perdían en el horizonte allá donde nacía el Sol...
